-Silencio... ¿Escuchas el ruido que hacen las raíces en la tierra negra, expandiéndose en las profundidades invisibles que no llegas a ver?, vamos, haz un esfuerzo, es un sonido muy sutil, placentero... Centrate en la oscuridad y dejate llevar entre los granos secos del suelo estéril hacia el abismo de la madre tierra.
Únete en el abrazo prolongado de la vida oculta, olvida el agua y el sol, es estiércol y negrura. ¿De verdad no lo oyes? Ese sonido somos nosotros, aferrándonos a lo que tenemos mientras sobre nuestras cabezas, en la luz, crecen de vivos colores la flores, la perfecta madera, el bello verdor del bosque.
¿Acaso no lo entiendes?, piérdete en este sonido casi imperceptible, el sonido de músculos soportando el peso de la opulencia. Raíces y tierra, eso es lo que somos, tan solo raíces y tierra. Y junto a nosotros lo insectos, gusanos que se alimentan de nuestras fuerzas mientras aguantamos la presión que nos rodea en el calor de la profundidad.
Sí compañero, estamos debajo creando verdadera abundancia de vida, pero no olvides, nosotros también somo vida. No olvides, sin raíces, no hay árbol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario