Prologo: El comienzo (II)
Periodo I: The dark elven village
Periodo II: La primera aventura (I)
Periodo II: La primera aventura (II)
Periodo II: La primera aventura (III)
Desde entonces la música paso a ser lo primero y los ideales comenzaban a aclararse. Me acuerdo poniendo a mi madre aquellas canciones de guitarras rápidas, voces quebradas con mensajes hermosos xD, aquellas letras que me llenaban como nunca hubiera imaginado. Jamás pensé que pudiera encontrar un mensaje tan bello entre gritos y rabia, estaba demasiado acostumbrado a los contenidos vacíos de la música de grandes masas que me sorprendio muchisimo encontrar algo así.
El tiempo paso, otros grupos llegaron, otros fueron, cada momento de mi vida, cada etapa puedo perfectamente relacionarla con una canción, con una melodía. De echo, aún estando siempre dentro del mismo género de rasgos generales, he ido cambiando de gustos y preferencias musicales y ahora casi no escucho nada de lo que lo que pude haber escuchado aquellos primeros años.
Sin embargo, tras tanto tiempo, hoy puedo decir, que para mi, como para muchísima otra gente, Sin Dios ha sido el grupo más grande que jamás halla existido, no por su música, si no por demostrar que cantaban con el corazón. Hoy puedo decir que daría cualquier cosa por una única noche de fiesta junto a ellos. Si ahora, ya en el 2011, se reunieran para un concierto en memoria de los viejos tiempos correría cuantos kilómetros fuesen necesarios para verlos una única vez.
Lo que daría por vivir tan solo una fracción de segundo parecida a esta:
Es el único grupo que ha sido realmente fieles a su identidad, que demostraron al mundo en el que se movían que aquella frase de su canción “no hay dinero que nos pueda cambiar” no era una mentira... Con la edad se me cayeron muchos mitos, muchos grandes pregoneros del anarquismo, de la música contestataria, muchos engaña mundos, muchos vividores y tras todo esto, me doy cuenta que este es uno de los pocos grupos que llegando lejos, nunca traicionaron a aquellos que creian en ellos. De forma autogestionada tocaron por todo el mundo, desde Japón a Brasil, desde México a Israel...
Ahora puedo decir, que es gracias a Sin Dios que soy como soy hoy en día, el que marco mi existencia y me ha echo experimentar tantas cosas, tantas noches cantando sus canciones, tatas horas de buena música, tantos ratos de lectura y no puedo más que darles las gracias, las gracias por convertirme en el hombre que soy, las gracias por estar orgulloso de mi mismo, de no ser una fotocopia, de creer que otro mundo es posible, de pensar por mi mismo...
Y ahora, casi con lágrimas en los ojos tras recordar tanto, me doy cuenta del mayor honor que he tenido en mi vida, aquello que me dijeron tras mi primer concierto, algo que jamás podré creer pero que me emociona hasta el infinito, esas palabras... “Y pensar que me iba a morir sin haber visto tocar a Sin Dios... tras veros a vosotros ya puedo morir tranquilo”
No se como expresar lo que llego sentir cuando amigos y conocidos me siguen comparando con el grupo que más ha podido marcarme en la vida...
Dejo una de sus ultimas actuaciones, en Brasil, en el año 2003, muchos no sabréis apreciar su ruido, pero os prometo que fueron los más grandes y sigo esperando ese sueño de poder verles en directo algun día.