martes, 14 de diciembre de 2010

Terminó

Terminó... esto lo comencé allí, muchos de mis textos y mis hitorias fueron escritas esas mañanas.

Terminó y me marché con una sonrisa en los labios, actuando con las mismas bromas que utilicé cada día de estos dos años.

Terminó como termina todo, inevitablemente llegó al final y ahora, me siento extraño y nostálgico Aunque solo han pasado unas horas... quien me lo iba a decir...

viernes, 19 de noviembre de 2010

Preso de mis recuerdos

Esta maldita sombra me sigue acechando, cuando casi me había olvidado de ella, maldita y pesada presencia que permanece a mi lado y de la que cada vez más, empiezo a estar seguro, jamás me dejará. Fidelidad después de todo.

Me persigue desde su propia inconsciencia por mis sueños, ajena a mi realidad. Me martiriza desde su sin saber ahogando mi sonrisa que se aferra a un horizonte lejano, me atrapa evitando que pueda superar con toda agilidad el camino que ante mis ojos me espera, lleno de obstáculos imaginarios y ausencias insalubres para mi persona.

Se mantiene en mi entorno en pequeñas cosas, y algunos días, algunas semanas, me ataca con más virulencia de la pactada. ¿Que puedo hacer contra ti?, ¿a donde puedo escapar?, ¿es tarde para cambiar?... Nada, o quizás todo...

Una vez más respiro lentamente mientras noto como me lleno por dentro del ahora oxigeno polvoriento y sucio que inunda mi casa, dejándolo salir lentamente como tantas veces he echo, muy despacio, meditador modo de buscar palabras que dejar salir describiendo sentimientos y ansiedades que escondo. Una vez más la música me inspira a escribir, me ayuda, me hace sentir. Si... lenta muy lenta melodía de batería y tonos de guitarra con gritos incomprensibles que pocos comprenden.

Mi blog se hace mayor, ¿cuando cumplió su primer año?, no presté demasiada atención, mucho tiempo que se me ha echo exageradamente rápido.
Mi situación laboral también se agota, dos años ya, su final se acerca y tengo pánico... entré con mi habitual negación de entablar relaciones personales más allá de las precisas y ahora me doy cuenta de que fuera de este rincón me encuentro solo, ya no tendré a donde escapar... Menos de un mes para el adiós definitivo a una época realmente envidiable, ya nada será lo mismo cuando os vea por la calle, una parte de nuestra personalidad morira el próximo catorce de Diciembre, ahora estoy seguro.
Yo mismo, me estoy haciendo mayor, cada vez mas lejos de aquella adolescencia que jamás volverá, con un único camino seguro e ineludible... los veinticinco años se acercan, y los temo, algún día los añoraré.

Alguien comento una vez en este mismo blog, que quizás, que deseaba, que al menos... que escribir textos como este me ayudara a sentir mejor. La respuesta es si, aunque hoy realmente no este mal, aunque mi tristeza actual no supere grandes cotas, la respuesta es un claro si.

Aprobecharé, ahora aun lucido y vivo, pues el tiempo se acaba, para pedir a esta sombra, esta maldita sombra... Márchate por favor, déjame ir, déjame libre, ¿que más quieres de mi si me robaste el alma?, maldita sombra, si lees esto, déjame recobrar la cordura, maldita... maldita joder.












Me pregunto si alguien en este mundo cargara con la sombra de mi nombre.

sábado, 23 de octubre de 2010

Caída


Se desprende de la pequeña ramita que corona el majestuoso árbol dejándolo desnudo e indefenso y lentamente cae al vacío planeando, arrastrada por una corriente de aire que poco a poco gana en intensidad, alcanzando velocidad cada vez mayor, elevándose en las alturas hasta el punto que ve desde lo más alto los fuertes troncos y la ramificación hermosa del viejo anciano. Se deja llevar inerte en el aire, como una pluma del ave fénix y sonríe a su destino, lo abraza efusivamente ante el maravilloso paisaje que sobrevuela, dulce final antes de caer al vacío.

jueves, 7 de octubre de 2010

Yo estuve aquí

¿Nunca habéis sentido ese odio incontrolable que te devora por dentro, ese mismo odio que te vuelve totalmente impotente, que te va consumiendo poco a poco, dispuesto a matar o morir y sacrificar lo mas preciado solo por un momento de justicia, de respuesta o de violencia?

Noto como de mis entrañas crece un fuego inextinguible que me atormenta a cada nueva noticia, cada echo, historia, cada robo... cada injusticia se acumula en lo más hondo de mi ser y me infecta. Como si de un virus se tratase me va devorando y creando un malestar tan odioso a su vez, que termino perdido entre mis típicos discursos enaltecidos y casi caóticos de acción, de respuesta, cólera y si, insisto, también violencia. ¿Que otra cosa puedo hacer ante aquel que me tacha sin conocerme de criminal no solo a mi, si no también a mis seres queridos, mis amigos o a completos desconocidos?, ¿que cosa puedo hacer si no tengo la opción de poder expresarme ante aquel que decide por mi vida, lo que esta bien, lo que esta mal, a quien defender y a quien atacar?.

Basta de mirar hacía otro lado, basta de ceder... basta de representantes políticos que solo sirven para defender a una minoría de locos bufones en el detrimento de todo un pueblo sediento de cultura. Hace tiempo me cansé de ser tachado de criminal, me cansé de escuchar las mismas mentiras y acusaciones, de ver los mismos anuncios, me cansé de ver las manifestaciones vacías, me cansé de los monopolios abusivos, de los chantajes de las corporaciones norteamericanas, me cansé de ser un ciudadano europeo a las ordenes de leyes de otro continente.

Necesito organización, necesito iniciativas, respuestas, alternativas, necesito conocimiento, capacidad, necesito compromiso, defensa de nuestros propios derechos, necesito vociferar contra aquellos que se lamentan cual pobres mendigos mientras compran palacios, de esos que nos llaman ladrones mientras se cuelan en bodas, roban en conciertos benéficos o denuncian fiestas de barrios pequeños.

Necesito no sentirme el único consumido por el odio irracional, natural por otro lado que han engendrado en mi ser.

Necesito dar a conocer... Musicleft, Creative Commons, Manzana Mécanica, Jamendo, eXgae, The Pirate Bay, Rojadirecta, Yahorake

Pero un día, de entre la nada surgió una pequeña esperanza

6/7 de Octubre del año 2010, yo estuve aquí




martes, 28 de septiembre de 2010

Presagio

Más allá del valle del destino, de las cumbres nevadas del silencio, del castillo del oscuro lamento, tras caminos sin salida, rodeado por el río de la melancolía, con sus siniestras aguas turbias, allí donde no llega el conocimiento, ni la imaginación, ni tan siquiera la malicia humana, allá en la lejanía estaba aquella silueta condenada, condenada a un tormento infinito, ni vivo ni muerto, soportando las cadenas de un castigo eterno a punto de pronunciar aquella misiva que llevaba mil años cavilando.


-Presagio entre tinieblas, - dijo- maldito, indigno y abatido, todos los tormentos que sobre la tierra van a acontecer, no podrán escapar de sus pecados ni liberarse de la gran guadaña, de afilado metal oxidado que les juzgará tanto el corazón, como sus miserables almas. Mí dolor y mí perdida no será nada en comparación con todo aquello que les será arrebatado, no existe conciencia humana capaz de vaticinar hasta que punto será derrotada su soberbia, ansío lo que nunca podré tener, el poder reconfortante de tener en mis manos la muerte y la vida, la agonía y la codicia, lo bello y lo hermoso... y todo aquel que pretenda ser juzgado recibirá toda la cólera de años de soledad, de martirios y lágrimas errantes, desde aquí profetizo el fin de los tiempos como los hemos conocidos, desde este mismo instante la sangre será negra y volátil y nadie, absolutamente nadie tendrá el privilegio de albergar una mente lucida y capaz por si misma de crear, pensar o calcular, hoy es el primer día, el único y primer día en el que el instinto asesino será libre de carbonizar lo existente, solo un punto entre trillones de ceros, tan solo una efímera milésima.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Solo las piedras

Este mundo es un lugar sombrío, invadido por una plaga egoísta y destructora que mata vilmente todo lo hermoso tan solo con su presencia, lo que antes eran bellos bosques ahora solo son laberintos urbanizados de hormigón y metal donde se apiñan mentes deformes de cristal, con una diabólica inteligencia, incapaces de hacer algo bueno jamás.

Vivimos en un mundo bello, mancillado y destruido por el ser humano, ya no quedan parajes sin edificar, no quedan razas a las que atacar, no quedan ríos limpios, ni mares sin explotar.

Decepción es lo único que siento al recordar que alguna vez creí en la buena voluntad, decepción por haber creído en las personas cuando nunca han echo nada realmente de provecho, decepción e impotencia de ver, desde la cuna a niños, adolescentes y hombres destruyendo y torturando a cualquier animal.

Cuando no quede nada que arrasar, lugares donde edificar, seres a los explotar ni mentes a las que dominar nos daremos cuenta de la situación a la que nosotros mismos nos hemos sometido, perecer.

Tan solo las piedras quedaran como testigos inertes de nuestro fugaz paso industrializado por la tierra, tan solo las piedras.

un suspiro en la historia de la madre tierra...

sábado, 28 de agosto de 2010

Cansado

No encuentro las palabras, ni se muy bien que quiero decir, que quiero contar. Estoy tranquilo, aunque mi cabeza ultimamente no deja de divagar extrañas ideas, pensamientos caóticos que hasta a mí mi mismo me sorprenden, aunque este completamente acostumbrado a ellos... y no entiendo porque me quito la capa infranqueable y dejo escapar algunos de ellos al exterior de mí propio mundo antes ajenas personas que no entienden nada.

¿Busco tal vez entrar en el mundo de la competición absurda y despreciable de la melancolía?, ¿quiero tal vez llamar la atención para sentirme especial delante del resto de la gente?, ¿Demostrar que soy diferente?.

No, no quiero volver a traicionarme buscando consuelo donde es imposible hallarlo, hablando un lenguaje diferente al de aquella persona que me escucha. Jamás nadie me ha entendido por completo, soy un pequeño cumulo de melancolía e insactifacción que ya no se siente representado por nada ni nadie. Como la última persona a la que he sido capaz de hacerle un hueco en el pequeño rincón de mi vida dijo, “todo es mentira”, y esa es la única verdad.

Estoy cansado, muy cansado...

Terminare con algo, que considero, puede ser hermoso, algo bello, y es haber conocido el día de hoy, que treinta y tres hombres han podido regresar de la muerte, de nuevo a la vida, y se les ha dado la esperanza de un mañana. Este pequeño y simple texto es lo más que puedo hacer por ellos, un abrazo desde un blog olvidado, aguantad pues el día de mañana, el sol volverá a iluminar vuestro rostro.

Quizás algún día también ilumine la mío.

lunes, 5 de julio de 2010

Periodo I: Dark elven village

Aquí volvemos con las crónicas de Aden, siguiendo la historia del valoroso guerrero en el Reino de Aden con sus primeras batallas y aventuras en la tierra de los elfos oscuros

Periodo I: Dark elven village

    Hongos, muchos hongos, del tipo vegetal ojo. Hongos de un tamaño descomunal que andaban y corrían, quedé anonadado al verles y no solo a ellos. En aquel tenebroso bosque vi cosas que jamás hubiera esperado, aquellos seres de cuerpo rojizo, brazos mal formados, sin inteligencia, que deambulaban dando saltitos de un lugar a otro como si estuvieran perdidos en su propio hábitat... Era la cosa más extraña que había visto nunca, pero concluí que al fin y al cabo serían una buena opción para ir mejorando mi manejo de la espada, también para obtener algo de dinero y como no, algunos materiales que ellos, como el resto de seres del mundo portaban y que al matarlos, se les caían al suelo. Estos hongos, Fungus de nombre real, estaban por doquier en aquella zona libre de arboles, sobre un corto césped y alrededor de unas ruinas antiquísimas que se hallaban en el centro del prado. Entendí, que aquel vegetal no era demasiado fuerte justo antes de encaminarme valerosamente hacia ellos, lo confirmé al ver cerca de la zona a unos cuantos goblins que los cazaban. Parecía que era su alimento preferido, o por lo menos el de más fácil acceso dado los festines que se daban cada vez que conseguían uno. A su vez, los goblins tenían demasiado cerca a unos orcos primitivos, que los capturaban con saber dios que fin.

     Maté muchos Fungus, no todos estos seres eran iguales, aunque a simple vista si lo parecía eran de diferentes ramas evolutivas, ambas igual de accesibles para mi. También me percaté que yo no era el único que entrenaba en aquel lugar, en los bosques y praderas había muchos elfos oscuros que practicaban su poder, tanto con armas como con magia.
      Entrené con ellos hasta que uno de esos abominables goblins cometió el gran error de atacarme. Al sentir su golpe me di la vuelta de inmediato, pues como Goblin que era, me había atacado por la espalda. Ahí estaba ese pequeño e impresentable monstruo, gritandome con extraña voz chillona y macabra. El hedor que desprendía era inconfundible, vestía harapos y un cinturón de cuero que le bajaba desde el hombro hasta la cintura pasandole por la espalda. No sé con que finalidad lo llevaba de esa manera, pero al menos iba vestido, y eso ya era algo. Sin duda el cinturón provenía de lo que alguna vez fuera armadura. Su arma no era otra cosa que un palo mal tallado. su piel sucia estaba tatuada con símbolos extraños. Su cara envejecida desprendía tanto infelicidad como maldad.
      Fue el primer enemigo al que me enfrenté que utilizo armamento contra mi -sin tener en cuenta claro, mi amarga estancia en Gludio-, muy rudimentario, es cierto, pero armamento al fin y al cabo. Mi primer enemigo con una inteligencia básica, lejos quedaban los malditos lobos y Gremmlins de Talkin Island.

      Pronto me percaté, que las historias que contaban de los Elfos oscuros no eran del todo reales, conocí en aquel bosque a muchos de ellos y habitualmente colaborábamos juntos dando caza a bestias locales. Recuerdo vagamente a Kalannar, Adrian1991 o Boix entre otros muchos con los que compartí aquellos días. También recuerdo, como no, a Sparto, aunque a este lo conocí cerca de Gludio, en uno de mis tantos viajes a la ciudad. Viajes en los que iba a comerciar con enanos, para venderles los materiales obtenidos en los entrenamientos del bosque, o para hablar con los guerreros del Warrior Guild donde aprendía nuevas técnicas de ataque y defensa de las que os hablaré detenidamente más adelante.

      Me aventuré alejándome cada vez más de la aldea de los elfos oscuros, la cual se hallaba dentro de una montaña maldita, más cerca de Elmore que del propio Adén, bajo el Lord de Oren. Ocurre algo muy curioso en esta población; es imposible ir caminando sin atravesar otra regiones desde la aldea hasta hasta el castillo desde donde se la rige. Una descomunal cordillera de montañas así lo impide. Siempre me pregunté, como gobernaban este lugar desde la ciudad acorazada, no había caminos hasta aquí para traer mercancías, ni había forma de comunicarse sin un gran viaje atravesando Girand, Dion y Gludio.
      Como decía, me aventure más allá, donde los hongos eran mas simples que cucarachas en comparación a lo que enfrentaba... El pantano fue un tiempo mi segundo hogar, mis avances en la danza de la guerra mejoraban día a día, ya que solo un tiempo atrás semejante lugar hubiera poblado mis peores pesadillas. Tiempo pasado... Yo ahora yo luchaba allí, contra espectros de cuyo brazos brotaban afiladas cuchillas, casi invisibles entre la niebla que cubría esas charcas de agua nauseabunda. Contra zombies de carne putrefacta y el color verdoso de la podredumbre, Luchar contra los cadáveres vueltos a la vida me daban una experiencia sin igual, no eran unos rivales adecuados para los magos, resistían muy bien la magia, pero nada tenían que hacer contra un buen aprendiz de guerrero.

      El dinero era un problema para mí por aquel entonces, todo era sumamente caro, cualquier arma decente era inasequible para mis modestas adenas. Los impuestos de los castillos más el alto precio al que vendían sus creaciones los enanos a las tiendas de armas y equipamiento hacían subir los precios en Dark Elven Village y Gludio de manera desorbitante. Siempre estaba la opción de los mercadillos no oficiales de Gludio y Dion, pero no siempre encontraba los complementos de armadura o espadas que yo requería. Así pues me costó mucho ir renovando mi equipo de combate, una de mis compras más importantes me costó poco mas de 60.000 adenas, era un gran arma de dos manos, la Brandish que me acompañó una pequeña temporada. La compré un tiempo después de dejar el bosque de los elfos, cuando me asenté en Gludio durante una época.

      Visité la gran School Of Dark Arts, semejante laberinto a cientos de metros bajo el suelo debió de tardar siglos en construirse. Aquella mística construcción era mi perdición cada vez que me atrevía a descender por sus pasillos de cientos de metros de altura, plagados de esqueletos diabólicos y otros seres aún más espeluznantes, seguramente restos de los hombres con los que los elfos experimentaron en ese lugar su magia negra.
      Tanto con dagas como con arcos, esos sacos de huesos luchaban contra mi, y e de decir, que tuve suerte en aquellos pasillos y salas, ya que en una de mis osadas exploraciones a su interior, justo tras bajar aquella interminable cuesta, cuando el cielo no era mas que una línea sobre mi cabeza en lo alto las extensísimas paredes, pasando las salas de los orcos, tras matar uno de aquellos arqueros pude recoger su magnifico arco del suelo, con el que comercié en Gludio y conseguí adenas frescas que me fueron muy útiles para salir de mis apuros económicos.

      No fue ese mi único golpe de suerte, una agradable tarde me sentía con fuerzas de andar y conocer el lado opuesto de Dark Elven. Me habían comentado la belleza del lugar, así que marché hacia el bosque de la luz. No estaba lejos pero tampoco cerca, un paseo tranquilo, para disfrutar del agradable clima y la belleza de la naturaleza. Paseaba oyendo el cantar de los pájaros, saludando a los caminantes, observado a los elfos nativos que por allí entrenaban... y cuando estaba aproximadamente en mitad del viaje, en el suelo de aquel camino y abandonada o perdida por su dueño, encontré abandonada una daga que me ayudó de nuevo en el tema económico. Pude venderla por más de 200.000 adenas, ¡canto dinero junto!. Lo invertí en nueva equipación y dudaba si volvería a tener tanto dinero junto. El viaje era perfecto en todos los sentidos, aprendí una gran lección ese día, nunca le hagas el feo al caminar, pues nunca sabrás lo que puedes encontrar en tu viaje.

      Y a todo esto, que decir de la ciudad de elfos... simplemente maravillosa, estaba sobre un lago de cristalinas aguas, como si levitara mágicamente. Era un poblado circular con varios puentes que te llevaban a ella. La ciudad crecía alrededor de árbol inmenso, milenario, plantado por algún elfo de épocas pasadas en el centro de la plaza más grande, se notaba en el lugar alegría y cordialidad, fue un buen viaje, siempre lo recordaré.

      Dejando de lado esta visita, solíamos estar mucho tiempo entrenando los elfos y yo, sobretodo en la zona de Black Rock Hill. Lo que allí había era difícil de creer, grandes rocas con vida, con brazos y piernas. Era increíble luchar con aquellos monstruos, sin duda, lo más espectacular que había visto hasta ese momento en mi vida. Más incluso que las malditas arañas. Los golems -que así se llamaban- eran perfectos para endurecer nuestros músculos, golpearlos una y otra vez nos hacia fortísimos, y sus golpes eran ideales para hacernos insensibles al dolor. Nos prepararon para ir a la ciudad, esta vez si, de Gludio.
      Días enteros estuve en Black Rock, y muy gratamente viene a mi memoria aquellas tardes donde acompañado por los elfos oscuros, poníamos en practica nuestras mejoras en el combate. Evitando eso si, a las malditas arañas y su mortífero veneno.
      Justamente en aquella época empecé a disfrutar como guerrero, a sentir el poder físico de mi cuerpo y a alegrarme de haber elegido este como mi destino. Ir en cabeza, eligiendo a que enemigos golpear, mientras mis amigos oscuros, más débiles en nivel y también en defensa, me seguían como a un líder, no tenía precio. Tenían que evitar ser las victimas de las acometidas de los golems, yo como humano estaba echo de un material más resistente, una mejor condición física para aguantar las sacudidas bestiales de las bestias de roca... Eso hacía sentirme superior, y me encantaba tener más responsabilidad, como el jefe del grupo, el que los guiaba a la victoria o los conducía a la muerte...

     Sí amigos, días enteros antes de marcharme de allí, antes de verme capacitado para enfrentarme a asesinos y bestias en Gludio. Y no miré atrás, pensando que nunca echaría de menos aquel lugar, cuan equivocado estaba, y cuanta nostalgia siento ahora... Pero por otra parte no me arrepiento de haberme ido, ya que nada más partir, al llegar a la ciudad, supe que había llegado a oídos de un gran guerrero de Gludin mis hazañas, y que podría, si hablaba con él, hacer una peligrosa misión, para ganarme el titulo de Warrior.

martes, 22 de junio de 2010

Cementerio de metal

Lágrimas de metal resbalan por los rostros de las miles de figuras que de pie e inmóviles plagan el paisaje con la mirada perdida hacia delante, entre mastodónticos edificios grises, bajo un cielo de nubes cargados de lluvia ácida, de futuro incierto, apocalíptico y deformado, corrompido...

Todos están quietos, con una mueca de horror en sus rostros con sus mejillas bañadas con ese metal ardiente y líquido que queman sus caras. Las calles de esta metrópolis tienen la misma estampa, entre los cuerpos rectos y paralizados existen distancias aleatorias, unos juntos sobre la acera, otros salteados sobre el asfalto, sin ningún tipo de orden, extraño y sin sentido... pero todos con una mirada inquietante hacia el mismo lugar transparente.

El metal puro y plateado lo cubre todo brillante y perfecto, hipnótico de edificios, puertas, coches o carteles, muy distinto del suelo de piedra y alquitrán que cubren cual telaraña este cementerio urbanizado que se alza hacia el cielo sin ningún verdor ni alegría, sin vida, sin belleza.

Corazones marchitos, sin esperanza, océanos de mentes hundidas en depresiones, un desierto descorazonador, desvirtuado, malditos, escenario decadente, enfermo, desmoralizador hasta para los más fuertes.
Almas perdidas en cuerpos muertos, metalizados y sin sentimientos, complejo malestar sin posibilidad de ser adjetivado, oscuro y brillante que te devora con tan solo poner los ojos sobre el.

Fuera, en los límites de la urbe, muros de cristal cortante y mugriento que cortan todo lo que se les acerca, llenos aún con la sangre roja pero seca de los que intentaron treparlos para escapar, siendo ahora no más que un montón de cadáveres en descomposición cubiertos de gusanos devoradores de carne muerta, gusanos que se transformaran tras una experiencia traumática en lindas mariposas que volarán libres sobre este laberinto tortuoso de pena y angustia.

Pero algo este macabro escenario toma vida, así como voluntad, mueve muy despacio los dedos de una mano, luego cierra el puño, quita de su rostro esa imagen aterradora y tras tomar el oxígeno radioactivo en sus pulmones arranca de los tornos del suelo sus pies prisioneros, el dolor esta vez es gratificante. Corre, el muchacho echa a correr con todas sus fuerzas y nota que de sus ojos ya no caen lagrimas de metal, si no que fluye agua cristalina de un manantial. Corre hacia la muerte segura de los muros de cristal, donde su vida será sesgada como una bella flor.

Morirá, si, morirá, pero el dolor es necesario, a través de la muerte mañana volará libre sobre las nubes y bellos colores adornaran su cuerpo.

Solo cuando has experimentado el verdadero dolor y soledad que produce esta sociedad, sentirás la paz y serás libre.

lunes, 26 de abril de 2010

Más Allá

Más allá de la habitación que te rodea, de la puerta que que la cierra, del pasillo o escaleras que te aisla del mundo por ese momento del día tranquilizador, sosegado. Más allá de la calle en la que se encuentra tu vivienda, del barrio y de la ciudad contaminada que te cobija, cruel cementerio de hormigón, laberinto sin salida. Mas allá de la periferia de esta, de las ciudades dormitorios, de los suburbios y barrios bajos, mas allá del pequeño verdor que queda en el mundo, siempre adornado por la civilizacion humana, paisaje dañado, naturaleza infectada por el rastro del hombre.
Más allá las ficticias fronteras de cual quiera que sea tu país, allá donde tus ojos no alcanzaran a ver nunca, cegados, más allá de donde comienza el bosque mas cercano, la selva, el desierto o mismisimo oceano.
Más allá del propio continente y el planeta tierra, más lejos aún de la propia atmósfera, del calor del sol, cruzando las órbitas de los planetas cercanos... Mas allá del monte olimpo en Marte, de las tormentas de Júpiter, del anillo de Saturno.
Más allá de nuestra Vía Láctea, de Andrómeda y del propio concimiento humano, allá donde no llega el saber ni la conciencia.

Allí, allí me quiero perder.

jueves, 1 de abril de 2010

El poder de los dioses (II)

Y el sol se alzó una mañana más sobre el hermoso paraje proyectando sus sombras bajo los centenarios árboles que cubrían todo lo que alcanzaba la vista, los animales despertaban junto al cantar de los pájaros, todo era como una postal de cuento.

En un rinconcito de este maravilloso lugar, apoyado contra un tronco caído de lo que una vez fue un árbol se encontraba el de nuevo joven y hermoso pero feroz protagonista de nuestra historia. Hubiera sido un día normal salvo porque esa mañana la vio, la vio teniendo sexo lascivamente esa mañana con otro hombre, y él no puedo evitar que todas las emociones que había dejado atrás volvieran a él con más fuerza si cave, brotándole la cólera desde lo más profundo de su cuerpo, desgarrándole la piel, vomitando rabia en forma de fuego, llorando magma incendiario.

El día se cubrió de nubes y comenzó a llover acido puro que quemo todo lo verde del bosque, mato toda la vida en kilómetros a distancia, la cólera lo consumió y desde lo más profundo de sus entrañas brotó la muerte que una vez le fue otorgada, una ola de peste bubónica recorrió el mundo dejando a su paso solo muerte y putrefacción.

Pero allí seguían los dos enamorados como si nada ocurriese a su alrededor, como si una barrera de cristal impidiera que nada les afectara, ante esto, al volver a mirarles, consumido por la cólera y la muerte no pudo evitarlo, y de sus entrañas brotó el la guerra que una vez le fue otorgada, el odio se apodero del mundo creando batallas y conflictos en cada rincón del firmamento, dejando a su paso solo destrucción y violencia.

Y una vez más, al mirarlos, los dos enamorados seguían inalterables, desnudos fornicando en ese círculo de placer que los rodeaba y protegía, consumido por la cólera, la muerte y la guerra, de sus entrañas brotó el hambre que una vez le fue otorgada, la miseria y la escasez tomaron el resto del mundo creando la pobreza y la injusticia, dejando a su paso solo cadáveres e inanición.

Fue entonces cuando todos los poderes se volvieron contra él, él cual comenzó a devorarlos a grandes dentelladas con su boca sin dientes y casi sin encías, hinchándose de forma grotesca, deformada, sus músculos ahora eran bolas deformes explotando aquí y allá, la piel que los contenía, sus músculos, eran morados, oscuros, de sus venas abiertas surgía en forma de torrente una sangre coagulada y casi putrefacta, era un espectáculo tan dantesco que no puede ser descrito.

Cuando hubo devorado por completo toda cólera, la muerte, la guerra y el hambre, alcanzando en el proceso una altura de decenas de metros vio ante él, el horizonte que había creado de destrucción y muerte, el planeta arrasado completo. Imploró, imploró nuevamente a los dioses, para que le libraran de aquel pesar.

Y la sangre brotó aun con mas fuerza cuando las espadas cercenaban su carne a manos de los dioses, llenado con esta todos los ríos del planeta, de los pedazos de carne que caían sobre los campos se creo el abono del que crecerían las plantas y de la putrefacción de los mismos, la vida cual gusanos que devoran los cuerpos muertos.

Los cuatro dioses gastaron todos sus poderes para exterminar a tan abominable criatura muriendo de agotamiento, al morir ellos, murió la cólera, la muerte, la guerra y el hambre, vagando desde entonces todas a su antojo por cada rincón de la tierra.

En este mundo nuevo tan solo quedaron dos figuras puras, la de los enamorados que se elevaron hasta el cielo, con un poder tan maravilloso que no tenía cabida en este mundo, el poder del amor, el poder del sexo.

martes, 23 de marzo de 2010

El poder de los dioses (I)

Esta historia trata de un joven sin nombre que tras una rápida niñez creció precozmente bajo la tutoría de dos ancianos brujos, por ello, siempre fue rechazado, por temor. Siempre tuvo grandes complejos, se sentía infravalorado, triste, falta de seguridad y jamás creyó que pudiera superarlo, sin embargo, con el tiempo lo logró más facilmente de lo esperado, pues el amor había entró en su vida, lejos quedarón los días oscuros y solitarios en los que sollozaba en soledad, tras muchos años, ahora nuestro peculiar personaje se sentía tranquilo, feliz, realizado...

No se trataba, aunque pudiera parecer, que esta felicida proveniera del amor que sentía hacia su amada, si no que lo hacia exclusivamente del amor que ella sentía por él, le gustaba sentirse amado y deseado por alguien, era egoísta si, pero no necesitaba nada más para ser dichoso, consiguió con los elogios de su pareja amarse a si mismo, reconocer sus cualidades, sentirse importante ante los ojos de la gente.

El la trataba mal, a cada mala palabra que le lanzaba le hacía sentirse mejor pues el echo de que le soportara era interpretado por él, como que la dependencia y el amor que inspiraba era incomparable con nada, el sufrimiento de su amor de cierta forma era su satisfacción.

Sin embargo y como era previsible, pasados unos años, justo después de un placido verano, junto a las primeras lluvias otoñales ella decidió que no le aguantaría más, se arto de los malos modos, de los golpes y el desprecio.

Él enloqueció, lo que en otros momentos fueron sus bellos cabellos dorados ahora eran guiñapos de pelo negro, el color de sus ojos pasó del verde más hermoso imaginable al gris lastimoso mas sucio que pudiera existir, de entre los poros de la piel antes hermosa y suave surgieron ampollas y heridas que nunca supuraban llenándole la cara de sangre, pus y manchas, su cuerpo en si mismo se consumió rapidamente en algo viejo y débil, y en su lamento imploro a los dioses, lloro lamentablemente mientras su vida se marchitaba, mientras su corazón sangraba amargamente, tal fue su desconsuelo que ante el se presentaron los cuatro dioses del firmamento, el Dios de la muerte, el Dios de la guerra, el Dios del hambre y el Dios de la cólera.

Tirado en el suelo en postura fetal le rodearon los cuatro dioses oscuros de figuras altas y delgadas, lo miraban con sus rostros extraños en silencio.

El primer Dios le ofreció su poder, el poder de la muerte con la que hubiese podido arrebatarle la vida a su amada para así vengarse de todo el sufrimiento que le había producido al osar abandonarlo, pero él lo rechazo.

El segundo Dios le ofreció su poder, el poder de la guerra con el que hubiese podido golpear hasta la muerte a todos aquellos que osasen cortejar a su amada robándosela definitivamente, pero él lo rechazo

El tercer Dios le ofreció su poder, el poder del hambre y la escasez con el que hubiese podido alejar a todos los hombres de su amada, para que esta conociera la soledad a la que el mismo se había visto sometido por su culpa, pero él lo rechazo.

El cuarto Dios le ofreció su poder, el poder de la cólera con la que podría odiar por el resto de los tiempos a su amada, olvidando el amor o incluso su propia soledad pues el odio era el sentimiento mas fuerte y puro que se conocía en el lugar, él acepto.

Continuara...

sábado, 13 de marzo de 2010

Hoy a salido el sol


Hoy ha salido el sol, puedo ver el cielo perderse en el horizonte más allá de donde mi vista alcanza a ver, con su precioso azul que cubre todo el firmamento. Todo esta verde y aún se ven aquí y allí charcas que dejo la lluvia donde nadan y saltan decenas de ranas.

La arena de playa se calienta con el calor del medio día y el mar en calma brilla como hacía tiempo que no recordaba, detrás de los dorados granos bañados con el agua salada esta el bosque de altos pinares adornado con miles de vinagretas amarillas, camaleones, el cantar de los pájaros y los muchos insectos que hoy fin puede salir libres.

Y me encanta, si, me encanta notar mi rostro bañado por el sol de Marzo, si, hoy por fin, ha salido el sol.

martes, 9 de marzo de 2010

Inocencia

Llovía fuera, solo unas gotas aunque el día era gris oscuro y de tarde en tarde sonaba el estruendo de algún trueno previamente acompañado de un fugaz rayo. Dentro solamente sonaba desde fuera el viento con furia, había una temperatura agradable y la tranquilidad solo era quebrantada por el continuado golpeo de una rama contra la ventana, amenizado por el hilo musical a bajo volumen y tranquilo que sonaba en una pequeña radio antigua.

La habitación estaba vacía, sin muebles, sin gente, tan solo la pequeña radio en el suelo sonando para nadie, la misma imagen se repetía por toda la ciudad, todas y cada una de las casas deshabitadas, en todo el país y resto del mundo. Tampoco quedaban pájaros a los que oír cantar, ni el ladrido de los perros, en todo mundo el único sonido era el de la tormenta, ese, y el de aquella pequeña radio sonando para el vacío con unas notas tristes, tranquilas de buen jazz.

Sin embargo la radio atraía hacia ella a alguien desde un lugar muy lejano, era el sonido del mismísimo fin y acabaría con el último ser del firmamento nada más entrar por aquella puerta, cuando las primeras notas entraran en su cabeza.

Aquella figura lejana era extremadamente frágil, pequeña, femenina, no aparentando mucho mas de ocho o nueve años, con un vestidito rojo y un paraguas a su medida se encaminaba despacito mientras reía y tarareaba alguna canción infantil, último reflejo de aquel mundo, condenada a perecer por la melodía que la atraía...

Esta niña era el ultimo fragmento de la inocencia.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Como antes de nacer

Dolores tortuosos recorren su cuerpo, piernas, cada músculo de su espalda, sus manos, con la cabeza a punto de explotar... agonizante en un mar de sensaciones tanto físicas como mentales, directamente sobre el abismo oscuro y tenebroso del final definitivo. Sin dientes en la boca, sin brillo en los ojos, sin sangre caliente que llegué a su corazón. Sin temor, ni cólera, sin esperanza...

Tembloroso y entre jadeos pestañea por última vez ese amasijo raquítico de huesos y piel arrugada, mustio y decadente, decepción y resignación.

El pálpito de su corazón se detiene, su pecho ya no se incha con el oxígeno que sus pulmones reclaman para vivir, los ojos quedan cerrados y la mismísima muerte , con su guadaña afilada y oxidada espera atenta a los pies de la cama para recoger el alma que ahora le pertenece, para hacer con ella lo que le plazca.

La vida se le fue como un día se marchara la mía, la tuya, cansada y angustiada tras un largo viaje que finalmente quedara en nada, tan solo un recuerdo de lo que una vez fue pero ya nunca será, un susurro en el viento, carroña, cuerpo inmóvil, devorado, suculentamente vomitivo.

La muerte deja el viejo bastón de madera negra a un costado de la cama y le abraza cariñosamente, con ternura se funde con la vida y la propia muerte, ambos se entregan por igual en una pasión incomparable, es el fin de la vida, el principio del mundo sin el, como antes de nacer, ahora no es nada.

sábado, 9 de enero de 2010

Compañea fiel

Compañera fiel, mírame a los ojos y déjame sentir como nuestros cuerpos se funden en un baile húmedo y caliente, cúbreme nuevamente con tu ternura y desata cuando llegue el momento tu pasional locura que me aplasta y envuelve como nadie consigue hacer.

Eres todo en mi vida, siempre presente, atenta, con una mirada sincera, ojos cristalinos como el agua del mar en esas playas que jamás visitare, mejillas suaves y tersa piel, ven y abrázame fuerte, te deseo, te amo como nunca hubiera podido imaginar, aún haciendome cada día todo el daño del mundo.

Aunque este rodeado de personas, aunque gaste bromas, me quede pensativo o este en la mayor fiesta embriagado por el alcohol siempre estas ahí con migo y te lo agradezco, se que jamás me abandonaras.

Es cierto que en el pasado alguna veces te quedaras ausente por breves periodos de tiempo, no lo se, tal vez alguna vez me abandones momentaneamente en el futuro, pero se que volverás a mi, pues yo soy para ti, tu esclavo sumiso y lo soy porque se que tu eres mi amor definitivo, perfecto en todos los sentidos.

Siempre te amare, siempre con migo, la soledad.