domingo, 4 de octubre de 2009

Escapando al despertar

La desesperación acompañaba a los jadeos, y a estos el sudor que resbalaba por su frente hasta caer al suelo desde su cara. Tragó saliva un momento para poner en orden su cabeza y de paso intentó aguantar la respiración, no podía ser descubierto porque si lo encontraban moriría.

Por un momento comenzó a sollozar, ¿por que le tenía que pasar esto a él?. Se seco de lágrimas los ojos con sus manos temblorosas y apretó contra su pecho el arma que tenia cargada, aun humeante y que acababa de disparar. Se concentro en el olor a pólvora que entraba hacía sus pulmones y se acordó de sus tardes de cacería, con esa misma escopeta. En aquellas ocasiones le divertía matar, el olor a carne quemada, la posterior cena del animal muerto con su familia, la felicidad bañada en sangre... Cerro los ojos y deseo con todas sus fuerzas estar en el coto privado, con su sombrero y sus pantalones de camuflaje, con su cacheta llena de bolsillos con todo lo necesario para el deporte.

Cuando abrió los ojos la oscuridad volvió a cubrirle, se encontraba detrás de una mesa de madera antigua y gastada por el tiempo que el mismo había tumbado con las patas en dirección a aquel que perseguía su vida, frente a él se encontraba una ventana, único lugar por el que entraba la luz lunar que fuera bañaba el campo. Estaba abierta... pensó en escapar.

Un instante después se precipito desde el segundo piso, su tobillo recibió el duro golpe de la caída, el miedo era tal que su sistema nervioso pudo obviar momentaneamente el pinchazo agudo de dolor para poder correr hacía el interior de una zona boscosa de encinas, romero y algún que otro arbusto pequeño. Mientras se alejaba de la pequeña casa su respiración se intensificaba, y cada vez que inspiraba o espiraba de su garganta se podía oír como un quejido fiel muestra de toda la angustia que lo atosigaba.

Pero... ¿De que o quien estaba huyendo?, era un extraña situación, aún no se había dado realmente cuenta de quien era el que tras él portaba el arma, no se había parado a repasar cada uno de los acontecimientos que habían precedido aquella persecución y bien sabia dios -Se dijo- no era el momento de hacerlo.

Os comentare que ante nosotros nos encontramos con un hombre normal y corriente, aunque bien podría tratarse de una mujer, era una persona adulta, de no mas de treinta años, con un trabajo vulgar, un coche normal con el que tenía que pasar la revisión en los próximos días. Adicto a los placeres de la vida, como el tabaco, el alcohol, la televisión, el fútbol o quizás eran los toros, el sexo y la diversión. No era alguien de meterse en problemas, no al menos en ninguno que no tuviera que ver con hipotecas, o compras a plazos que dicho sea de paso, bastante complicados son ya.
¿Entonces?, ¿como podía haberse metido en esta situación?.

Consiguió adentrarse entre la maleza, pero por desgracia no pudo escapar, no se esperaba que allí le estuviera esperando aquel que le quería disparar. En el suelo rendido alzo la mirada y se encontró frente a un joven, de no mucho más de veinte años, con una mirada penetrante y un gesto que le desafiaba.
Aquel muchacho era yo.

-Vengo a matarte - Le dije.
Se izo un silencio entre los dos.
-Vengo a matarte tal y como eres, - proseguí- vengo a eliminar de tu vida todo lo negativo que la conforma, vengo a arrancar los hilos que ciegan tus ojos, curar tu irresponsabilidad hacia el mundo... si amigo, vengo a despertarte de tu falso bienestar para que a partir de hoy, de este momento seas por fin libre de espíritu, libre para pensar, para decidir por ti mismo, para negarte si realmente lo deseas y no tragar todo lo que te pongan en la mesa, vengo a matar toda tu codicia, tu egoísmo, a liberarte de esta locura de sociedad que te parasitó el cuerpo y el alma. Yo soy tu agónico sentimiento de malestar que callas cada día para poder seguir viviendo, pero hoy... morirás.

Disparé, disparé sin dudar un solo instante y le arrebaté todo en lo que sostenía su existencia, no vacilé, simplemente repetí lo que muchas otras veces atrás ya había echo.

Él quedo en el suelo, en un charco de sangre, pero de pronto volvió a entrar en si, pestañeo varias veces, se paso la mano que ya no temblaba por la frente y tras un suspiro tranquilizador apago la pantalla del ordenador, abrió la puerta de su casa y el sol baño su cara que mostraba una sonrisa, salió a la calle y por fin, se enfrento al mundo.

13 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este texto.. buena manera de huir de todo lo negativo..
    Gracias por visitar mi rinconcito.

    Te deseo un feliz domingo y te mando un abrazo magico...

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  2. Buenas noches ^^!
    Paso a visitarte y me encuentro con bastante material de lectura.
    ¡Excelente entrada!
    Me uno a tus seguidores! Felicitaciones por llevar tan al día las actualizaciones ;)

    Besos. Hasta la próxima.

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  3. gracias por visitar mi cementerio, ahora ya tienes un nuevo seguidor.

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  4. Hay que luchar, siempre.
    Por mucho que uno quiera rendirse...

    gracias por pasarte siempre por mi blog ^^

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  5. me ha gustado mucho tu texto la verdad que tienes razon, no vas a estar en casa amargandote la vida, lo mejor es vivir, y pensar en lo positivo. besos

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  6. Muy buen texto, q atrapa de principio a fin, gracias por darme a conocer tu rincón, me queod cerquita para seguir leyendote.

    Besos

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  7. Obra de arte... no tengo otras palabras para calificar no solo tus textos, sino tu blog! aqui tienes un fan! :D saludos

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  8. ¿Y el día en que la Muerte no se encuentre al otro lado de una pantalla?

    Sea como sea, por mucho que salgamos a caminar sonriendo bajo el Sol, el último momento, el único y real, nos dará miedo. Y a ese no escapa nadie.

    Un saludo :)

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  9. Hace falta mucho valor para enfrentarse al mundo.Y sólo un momento para perderlo.

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  10. eres una visita más que agradecida en mi blog tan poco transitado. nunca fue ese su objetivo y me sorprende ver que hay todo un mundo de blogeros por aqui. lo mio es una terapia, por eso los textos resultan tan "campechanos" como tú has dicho. hoy no he tenido un buen día pero ya he dado un ligero vistazo a tu blog y creo que lo disfrutaré.

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  11. Hay que luchar,

    pero solemos tirar la toalla.

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  12. Inesperado y por otra parte aliviante final. Buen texto :)
    Gracias por pasarte y firmar por mi rincón.
    Y felicidades por el hilo musical!(sólo he escuchado Pan's labyrinth lullaby, pero me ha encantado)

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  13. Siempre positivo, nunca negativo ;) Me ha encantado tu blog. Ya soy una seguidora más. He hecho un gran descubrimiento hoy, asi que te doy las gracias!!
    Un saludo y recuera que te seguiré vigilando desde mi mirilla :P

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